El Deportivo de la Coruña no pudo conseguir la victoria en Riazor pese al gran partido que realizaron. El Málaga vivió de las rentas hasta el empate, en parte, gracias al Memo Ochoa, que tuvo una notable actuación en su debut oficial con el equipo andaluz.
Antonio S. Ramos 03/12/2014 - 22:12.
Tras los lamentables hecho sucedidos el domingo en los aledaños del Vicente Calderón, el Deportivo quiso demostrar que el autentico protagonista de este bonito deporte es el balón. Los coruñeses salieron con esa mentalidad, y ni siquiera el tempranero gol de Camacho lo impidió.
El Dépor no podía imaginarse que una inocente y centrada falta en el centro del campo acabaría con el balón en su portería. Se equivocaban. La colgó perfecta Luis Alberto desde 40 metros, perfecta para que Camacho conectara un preciso cabezazo y abriera el marcador.
Pero los gallegos, lejos de alterarse, se lo tomaron con calma. Tranquilamente, empezaron a tocar, a jugar, a subir la linea de presión; a disfrutar del fútbol. Las incorporaciones de los laterales por banda fueron constantes durante la primera mitad.
Laure, desde la derecha, se aburrió de meter centros al área, que no encontraban rematador. Fue, sin duda, el talón de Aquiles de este Dépor, que dominó a su antojo el ritmo del partido.
También influyó el debutante Ochoa. El mexicano demostró porque es el portero titular del 'tri' con un par de intervenciones de calidad. La primera se la hizo a Cuenca, que fusiló con un disparo cruzado desde dentro del área que adivinó bien. La segunda fue mejor. Gran pase en profundidad para Toché que remata bien desde el suelo pero se encuentra con el 'Memo`, que salva un gol cantado.
Así se llegó al descanso, con el Dépor siendo dueño y señor de la eliminatoria, a pesar de que el marcador decía lo contrario. Les faltó gol y último pase, dos de las cosas que más caras se pagan en el mundo del fútbol.
En la reanudación, las aguas siguieron por el mismo cauce. Balón filtrado para la carrera de Toché, Ochoa no se vence y le gana la partida en el uno contra uno. Se vengaría el delantero unos minutos después.
Corría el minuto 69 y era el décimo córner que sacaban los locales. La defensa del Málaga se hace un lío, no despeja con contundencia y da opciones a Diakité, que emerge de de las profundidades para ganarle el salto a la zaga malacitana, y el balón le cae a Toché para lograr el empate. No fue bonito, pero sí merecido.
Empezaron a producirse los cambios en ambos conjuntos, con más idea de dar descanso que de ir a por el partido. Ahí se relajaron ambos conjuntos. El Dépor no fue ambicioso y se encerró en su área, el Málaga vio su oportunidad de sorprender, y a punto estuvo Angeleri con un remate de cabeza en el añadido que se fue rozando el larguero. La Rosaleda dictará sentencia.
Fuente: www.marca.com
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