A balón parado
Rafael Ocampo
2011-07-19•Afición
Si en diciembre pasado, cuando literalmente me encontré con Guillermo Ochoa en la sala de Aeroméxico de la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, me hubiera solicitado que no hiciera público nuestro encuentro y posterior conversación, no hubiera tenido de otra. Con todo el dolor del caso le hubiera dicho que sí. Pero Memo no sólo no me pidió ello, sino que me quiso ver la cara de tonto, inventando una historia de unas vacaciones en Nueva York, cuando medio país sabía que andaba negociando su pase al futbol inglés y que seguramente su destino final sería Londres.
A través del Twitter ese mismo día dimos a conocer en La afición lo que nadie nos podía rebatir, que nos habíamos encontrado en el mismo vuelo rumbo a Nueva York y que él decía que iba de vacaciones a esta ciudad. Nada más.
Lo que también conté es que el distraído entonces portero del América había coincidido conmigo antes en el mostrador de documentación de la citada aerolínea y que cuando la empleada encargada le preguntó su “destino final”, él contestó: “Londres”.
Lo que sucedió en las horas posteriores a este relato es de todos conocido. A Memo ni siquiera lo recibieron en el Fulham de la Premiere League, negando el entrenador de este equipo todo interés en sus servicios.
Ahora resulta que yo fui el responsable, al dar a conocer esto que les cuento, de que el equipo en el que juega Carlos Salcido, no lo contratara hace siete meses. Pues el director técnico de esta escuadra se molestó por lo que difundió este periodista en La afición.
Esto se lo comentó Memo a mi compañero Carlos Contreras Legaspi, que lo fue a ver el fin de semana pasado a Ajaccio, en la isla francesa de Córcega. En fin. Me parece increíble que pueda ni siquiera pensar que esto fue así. Creo que alguien lo sigue malaconsejando.
Yo a Memo le deseo lo mejor en su aventura en la Liga francesa. Ojalá pronto se gane su lugar en un mucho mejor equipo.
twitter: @rocampo
rafael.ocampo@milenio.com
Fuente: milenio.com
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