por René Tovar
MÉXICO -- Nadie podría negarse a vestir la playera de la Selección Nacional por ser indiferente a la misma. Nadie sabe lo que ha vivido y sufrido Guillermo Ochoa para decidir no ser convocado al representativo mexicano. Memo no es menos mexicano por no querer jugar eliminatoria; es un hombre que sabe lo que quiere y por ello renunció a ser uno más de la banca del Tri, para seguir su camino con el Ajaccio.
No es jugarle al abogado del diablo. Dejemos atrás la doble moral. Todos en la vida hemos tenido decisiones que pueden no ser las correctas, pero sólo el tiempo revela cuál es el sentido de las mismas. No sabemos si lo hecho por Memo lo va afectar en futuras convocatorias o el Mundial. Él sabe las ganancias, pero también las pérdidas.
¿A ti te gusta ser el eterno segundo? ¿Tú te sientes inferior a los demás? Uno sabe sus virtudes, pero también sus errores o a poco alguien piensa por aquí que Ochoa va a ser el portero de la selección en la Copa de Brasil 2014. No, y él lo tiene tan claro que determinó, por el momento, y digo por el momento, hacerse a un lado y que revaloremos no sólo lo que cada semana hace bajo los postes del club francés, sino lo que ha dejado en los últimos años portando el escudo tricolor.
Es cierto que Ajaccio es un equipo chico, pero para triunfar y llegar a tu meta en la vida debes sacrificar el confort y demostrarte a ti mismo, a nadie más, de qué estás verdaderamente hecho y hasta dónde es tu techo como profesional. Guillermo lo hizo y paladea el éxito.
Recordamos la polémica generada en el 2010 sobre si Oswaldo o Memo, cuál de los dos sería el portero titular de la Selección Nacional. La carrera no la ganó nadie, se la llevó Óscar 'Conejo' Pérez, quien tuvo una buena actuación, aunque no haya gustado la decisión de Javier Aguirre. Vi el rostro de Ochoa durante aquel torneo con mucha dureza, pero aguantó firme y respetó la decisión del 'Vasco'.
Luego, para su mala fortuna, cuando representó a México en la Copa Oro resultó inmiscuido en el tema del clembuterol. Manchado por los trazos de la sustancia prohibida por la Agencia Mundial Antidopaje, Ochoa debió aceptar el escarnio de la plaza pública y, peor aún, ver cómo se desmoronaba una casi cerrada operación con un importante club francés. Sí, representando al equipo mexicano. Ni más ni menos.
En medio de un camino que se volvió sinuoso, manchado por el tema del doping, Ochoa sorprendió a todos presentándose en el Ajaccio, al que puso no sólo en el mapa de México, sino del propio balompié galo por sus casi milagrosas actuaciones cada semana.
Sin embargo, para su infortunio, el contexto de esta novela tiene como protagonista a un portero consolidado en la liga mexicana, pero ensuciado por sus deslices de carácter que lo alejaron de la selección, más no por ser un guardameta de bajo nivel, por ello su consumación casi elevándose a Dios del arco con la histórica medalla de oro que se obtuvo en gran parte por sus estupendas actuaciones.
Jesús Corona es esa sombra que Guillermo no ha podido desaparecer ni con mensajes desde el Viejo Continente. La Copa Confederaciones fue otra cachetada a las ilusiones del ex arquero americanista. Memo sólo jugó como titular en un partido que sólo sirvió para la estadística y para tratar de limpiar el arrastrado nombre de México en Brasil, echado de la primera ronda del torneo con más pena que gloria.
Las eliminatorias mundialistas sólo han tenido un nombre en el once estelar mexicano, Jesús Corona, y las posibilidades de que Ochoa deje en la banca al cancerbero cruzazulino se antoja casi imposible. Chuy es el menos culpable, pero hoy está convertido en un monstruo bajo los tres palos, evaluado groseramente por jugar en la liga mexicana, como si la portería en Francia midiera diferente a las de la Liga Mx.
El tema no es quién es mejor, porque los dos son grandes en la posición, salvo un detalle, Corona es el portero de confianza del 'Chepo', sí, el que pone las alineaciones antes de los partidos, acaso el que evidenció al propio Guillermo declarando que él pidió la titularidad y ésa a nadie se la puede garantizar, por eso se encuentra fuera de dos juegos clave para el futuro del balompié mexicano.
Guillermo Ochoa, desde mi punto de vista, sólo toma un pequeño respiro a la serie de infortunios que ha tenido en el equipo mexicano. Por favor, no nos envolvamos en la bandera para tirarnos desde el Popo pidiendo que Ochoa no regrese al representativo nacional nunca más. No busquemos quemar en leña verde a Ochoa por querer replantearse y hacer valer su calidad comprobada y sellada años atrás. Seguramente este 'parón' será de beneficio para ambas partes. Memo, quien seguramente valorará más el significado de ser seleccionado nacional - siempre lo ha sido-, y José Manuel de la Torre, quien sabe entender la postura de su 'segundo' del Tri, pues sabe que Ochoa no lo tiene en mente como titular, pero al primer error de Corona entenderá claramente que del otro lado del océano también hay un portero de calidad, con etiqueta de estelar en cualquier equipo del mundo y más del combinado mexicano.
No es jugarle al abogado del diablo. Dejemos atrás la doble moral. Todos en la vida hemos tenido decisiones que pueden no ser las correctas, pero sólo el tiempo revela cuál es el sentido de las mismas. No sabemos si lo hecho por Memo lo va afectar en futuras convocatorias o el Mundial. Él sabe las ganancias, pero también las pérdidas.
¿A ti te gusta ser el eterno segundo? ¿Tú te sientes inferior a los demás? Uno sabe sus virtudes, pero también sus errores o a poco alguien piensa por aquí que Ochoa va a ser el portero de la selección en la Copa de Brasil 2014. No, y él lo tiene tan claro que determinó, por el momento, y digo por el momento, hacerse a un lado y que revaloremos no sólo lo que cada semana hace bajo los postes del club francés, sino lo que ha dejado en los últimos años portando el escudo tricolor.
Es cierto que Ajaccio es un equipo chico, pero para triunfar y llegar a tu meta en la vida debes sacrificar el confort y demostrarte a ti mismo, a nadie más, de qué estás verdaderamente hecho y hasta dónde es tu techo como profesional. Guillermo lo hizo y paladea el éxito.
Recordamos la polémica generada en el 2010 sobre si Oswaldo o Memo, cuál de los dos sería el portero titular de la Selección Nacional. La carrera no la ganó nadie, se la llevó Óscar 'Conejo' Pérez, quien tuvo una buena actuación, aunque no haya gustado la decisión de Javier Aguirre. Vi el rostro de Ochoa durante aquel torneo con mucha dureza, pero aguantó firme y respetó la decisión del 'Vasco'.
Luego, para su mala fortuna, cuando representó a México en la Copa Oro resultó inmiscuido en el tema del clembuterol. Manchado por los trazos de la sustancia prohibida por la Agencia Mundial Antidopaje, Ochoa debió aceptar el escarnio de la plaza pública y, peor aún, ver cómo se desmoronaba una casi cerrada operación con un importante club francés. Sí, representando al equipo mexicano. Ni más ni menos.
En medio de un camino que se volvió sinuoso, manchado por el tema del doping, Ochoa sorprendió a todos presentándose en el Ajaccio, al que puso no sólo en el mapa de México, sino del propio balompié galo por sus casi milagrosas actuaciones cada semana.
Sin embargo, para su infortunio, el contexto de esta novela tiene como protagonista a un portero consolidado en la liga mexicana, pero ensuciado por sus deslices de carácter que lo alejaron de la selección, más no por ser un guardameta de bajo nivel, por ello su consumación casi elevándose a Dios del arco con la histórica medalla de oro que se obtuvo en gran parte por sus estupendas actuaciones.
Jesús Corona es esa sombra que Guillermo no ha podido desaparecer ni con mensajes desde el Viejo Continente. La Copa Confederaciones fue otra cachetada a las ilusiones del ex arquero americanista. Memo sólo jugó como titular en un partido que sólo sirvió para la estadística y para tratar de limpiar el arrastrado nombre de México en Brasil, echado de la primera ronda del torneo con más pena que gloria.
Las eliminatorias mundialistas sólo han tenido un nombre en el once estelar mexicano, Jesús Corona, y las posibilidades de que Ochoa deje en la banca al cancerbero cruzazulino se antoja casi imposible. Chuy es el menos culpable, pero hoy está convertido en un monstruo bajo los tres palos, evaluado groseramente por jugar en la liga mexicana, como si la portería en Francia midiera diferente a las de la Liga Mx.
El tema no es quién es mejor, porque los dos son grandes en la posición, salvo un detalle, Corona es el portero de confianza del 'Chepo', sí, el que pone las alineaciones antes de los partidos, acaso el que evidenció al propio Guillermo declarando que él pidió la titularidad y ésa a nadie se la puede garantizar, por eso se encuentra fuera de dos juegos clave para el futuro del balompié mexicano.
Guillermo Ochoa, desde mi punto de vista, sólo toma un pequeño respiro a la serie de infortunios que ha tenido en el equipo mexicano. Por favor, no nos envolvamos en la bandera para tirarnos desde el Popo pidiendo que Ochoa no regrese al representativo nacional nunca más. No busquemos quemar en leña verde a Ochoa por querer replantearse y hacer valer su calidad comprobada y sellada años atrás. Seguramente este 'parón' será de beneficio para ambas partes. Memo, quien seguramente valorará más el significado de ser seleccionado nacional - siempre lo ha sido-, y José Manuel de la Torre, quien sabe entender la postura de su 'segundo' del Tri, pues sabe que Ochoa no lo tiene en mente como titular, pero al primer error de Corona entenderá claramente que del otro lado del océano también hay un portero de calidad, con etiqueta de estelar en cualquier equipo del mundo y más del combinado mexicano.
Podríamos hablar de Vela, pero merece un capítulo aparte, ya que no obstante de ser el mejor jugador mexicano en la actualidad, no ha demostrado nada en la mayor, como para rechazar las convocatorias. Ésa sí es otra historia diferente a la de Memo, a quien quieren juzgar de la misma manera, sin saber que detrás del arquero hay muchos años de entrega y profesionalismo con el equipo mexicano. Por favor, no confundamos la gimnasia con la magnesia, son cosas totalmente diferentes.
Videos:
Foto: Mexsports
Fuente: espndeportes.espn.go.com
Casi lloro con tu nota amiga... :') totalmente de acuerdo contigo Memo necesita un respiro y que mejor que hacerlo de esta manera
ResponderEliminarYo no conosco a nadie que pueda soportar lo que ochoa. Yo por anios eh visto como le roban sus mundiales primero Oswaldo sanchez, y Luego EL conejo? ahora tiene la opcion de destacar y mejorar poner en alto a Mexico envez de mirar un partido desde la banca. Lo siento Guillermo Ochoa Te deseo toda la suerte de el Mundo. y gracias a este Blog que siempre vengo a ver como va memo felicidadez. from Arizona.
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