Lunes 8 de Agosto del 2011
Mauricio Cabrera - mcabrera@mediotiempo.com
De la ilusión del sueño concretado al destino al que parece estar condenado bajo los tres postes del Ajaccio. Guillermo Ochoa se encuentra ante el reto de brillar con luz propia resguardando la meta de un equipo que peleará hasta la última Jornada por mantenerse en la categoría y que inició la Temporada con un revés de los muchos que aparentemente se presentarán.
El ex arquero del América no sólo tendrá que superar sus ya conocidas limitantes, también las de su oncena, además del efecto negativo que por fuerza traerá el que sea parte de un conjunto que, si la lógica no falla, estará hundido en los puestos más bajos de la Liga francesa. Libra, en resumidas cuentas, una batalla contra el tiempo, contra la matemática y hasta contra sí mismo.
En el viaje que acaba de comenzar, el factor clave será la templanza para no caer en desesperación ante los malos resultados. Dada la fragilidad del Ajaccio, Ochoa puede oscilar entre ser el portero goleado o la estrella de la entidad, aunque para ello tendría que recordar aquellos tiempos en los que el América acababa agradeciéndole la obtención de puntos.
Fuente: mediotiempo.com
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