By Sopitas
Mié, 2011-08-24 10:30
Es uno de esos rincones ocultos del planeta, de los que desconoceríamos incluso hasta de su existencia, de no ser por el futbol.
Y así, después de ver a nuestros representativos nacionales ganar sus respectivos partidos del día, en la tercer jornada de la Homeless World Cup que se disputa en París, tomamos un avión para escaparnos a la Isla de Córcega en busca de Guillermo Ochoa.
Si lo encontraremos o no, ésa ya es otra historia, aunque tomando en cuenta que Ajaccio es más chico que la Delegación Álvaro Obregón, esperamos no tener muchos contratiempos.
Sin embargo, estoy seguro que desde que se confirmó el traspaso de Guillermo Ochoa al balompié francés, no soy el único curioso que se preguntaba: ¿Cómo demonios es el nuevo pueblo donde vive Memo? ¿Realmente es la estrella del Ajaccio, como algunos medios nos lo quieren vender? ¿Será de los que se pierden entre la fama y el glamour que les puede brindar el futbol europeo (cof cof, Carlos Vela)? Y, por supuesto, la pregunta más importante de todas, aunque nada tenga que ver con futbol: ¿Realmente habrá tantas francesas asoleándose en topless en las playas de la Costa Azul como nos lo han hecho creer a lo largo de nuestras vidas?
Si al igual que yo, esperaban que Ajaccio fuera el estandarte del glamour europeo al ser la capital de una de las islas más relevantes del Mediterráneo, contar con un equipo de Primera División en el futbol francés, y sobre todo al ser la localidad que vio nacer a uno de los grandes personajes históricos de la humanidad como fue Napoleón Bonaparte, ¡están más que equivocados!
De entrada, ya les decía que Ajaccio es un pueblo extremadamente pequeño, donde hay muy poco que hacer, de no ser vacacionar, pero no crean que es Ibiza o Niza, sino es un lugar para familias y personas retiradas; no hay muchos jóvenes que digamos. Grandes buques se pasean por la costa repletos de turistas, se estacionan en el puerto un par de horas, y continúan su recorrido. Algunos bohemios se reúnen en la plaza central a tomar un helado, y a las 10 de la noche ya no hay nada que hacer.
Si estaban preocupados porque Ochoa se nos fuera a convertir en el rey de la fiesta de la Costa Azul, pueden estar tranquilos, pues juro por experiencia propia ¡que no hay muchas opciones para fiesta! De hecho, creo que si un lugar puede beneficiar la carrera y personalidad de nuestro arquero es justamente Ajaccio, pues como futbolista, no hay mucho más que hacer que no sea entrenarse y descansar para el día siguiente, y si a ello agregamos el tema del idioma y que ningún otro jugador del Ajaccio habla español, podemos percibir a un Ochoa que realmente se ha aferrado no sólo a cumplir un sueño, sino a trascender en el balompié europeo, sacrificando lujos y comodidades por nuevos retos y créanme que el inicio al menos en Ajaccio no luce nada fácil: Un equipo discreto, un pueblo donde no hay mucho que hacer, donde no se habla tu idioma y un largo etcétera, lo cual, irónicamente, nos entrega a un Ochoa mejor preparado y sobre todo más concentrado y enfocado en hacer su chamba, lo cual se ha reflejado en sus primeros partidos como arquero del Ajaccio.
Mañana nos daremos una vuelta por el Estadio Francois-Coty, casa del Ajaccio que está rodeado de pura terracería, lo cual hace que incluso hasta el estadio de los Colibríes se viera elegante. Pero ésa, ya es otra historia que les contaré.
Mientras tanto, guarden sus euros y olvídense de venir a vacacionar aquí, pues pueden estar seguros de que las únicas francesas topless que verán por aquí son de la misma edad de Irma Serrano.
Fuente: www.record.com.mx
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